Lulú (Louise Brooks) es una mujer ambiciosa y sin moral que usa a los hombres a su voluntad en forma desinhibida y atractiva, pero el aprovechamiento de sus encantos conllevará también sus peligros. Esta obra del expresionismo es una joya del cine mudo que adaptó magistralmente la obra teatral "Lulu" de Wedeking. El film de G. W. Pabst, Lulú (o La caja de Pandora), presenta el tema de la mujer fálica, castradora, y destructora del hombre. Quizás una de las más perversas protagonistas de la historia del cine haya sido Lulú. El personaje creado por Wedekind destaca por su monstruosidad; sin conciencia ni remordimientos, seduce y siembra la muerte a su paso. El que la posee encuentra su perdición, y ella no se libra del merecidísimo y mortal castigo. Lulú, nombre de perfume barato, es una devoradora de hombres que al final acaba prostituyéndose y siendo asesinada por Jack el destripador. Estas fatales decimonónicas normalmente se caracterizan por su rostro ambivalente, que les permite mostrarse como ángeles o demonios, según las ocasiones y provocan sentimientos de amor y odio al mismo tiempo. Su seducción puede alcanzar tintes hipnóticos y privar a la víctima de toda razón. Su mirada es fascinante, seductora y asesina; su belleza es imperfecta y a veces tiene algo de andrógino, como la pelusilla sobre el labio superior, lo que aterroriza a los hombres, que fetichizan el cuerpo femenino en busca de algún tipo de alivio. Otras características de este tipo de fémina son sus movimientos felinos y sus curvas sinuosas, envueltas en pieles, encajes y transparencias, maquilladas y perfumadas, artificiales y misteriosas, muestran su cuerpo sin pudor, se ofrecen como mercancía, como bailarinas o prostitutas. No en vano la ambigüedad es uno de sus rasgos más característicos; la mujer fatal es generosa y pérfida, fácil y a la vez inalcanzable; sólo la posee el que se convierte en su esclavo. Y a pesar de su apariencia frígida, con ella el placer es infinito. Eso sí, su posición es la de total dominadora: es ella la que elige y lleva las riendas de la relación. Cuando el enamorado se le declara, la fatal ya conocía sus sentimientos desde hace tiempo, por lo que se muestra indiferente. Pero una vez rota la relación, ella vuelve a atraer al amante, para seguir jugando con él. Sólo puede ser amada a distancia, ahí reside el secreto de su fascinación, en su banalidad, en ser igual a las otras pero a la vez diferente, fatídica. Sólo el dandy puede gozar sin temor de esta mujer inmoral, peligrosa pero disfrazada de bondad, que despierta en el hombre el complejo de Edipo pero que al final resulta no ser más que una falsa madre. Y como manda la tradición, la fatal merece al final ser castigada con la muerte.
Películas de Culto, Documentales, Audiolibros y Noticias Literarias
miércoles, 17 de julio de 2013
Lulú o la caja de Pandora de Frank Wedekind por Georg Wilhelm Pabst (1929)
lunes, 13 de junio de 2011
El Infierno de Dante por Giuseppe De Liguoro (1911)
L'Inferno adapta una de las partes de la Divina Comedia de Dante. A falta de ritmo, del que carece (por lo menos para un espectador actual) la película es un despliegue de escenas oníricas y fantásticas, estampas de indudable encanto, con acertados (no siempre) trucajes, que acompañan el descenso al Infierno del poeta Dante y su guía, el también poeta Virgilio. En la mitad de su vida, a Dante se le cruzan en el camino una pantera (simboliza la lujuria), un león (el orgullo) y una loba (la avaricia). Ello le lleva a Dante a considerarse un pecador y a querer librarse de sus pecados. El poeta Virgilio acepta el encargo de conducirle hacia la virtud, requerido por la amada de Dante, Beatriz. El Infierno está compuesto de varios círculos, por los que Dante y Virgilio descienden, encontrándese en cada uno de los círculos con pecadores de diversa índole y personalidades conocidas en cada una de ellas. Algunos, como la pareja de enamorados, Paolo y Francesca, o el conde Ugolino, les cuentan sus historias particulares. Finalmente, tras un largo viaje (la película dura algo más de una hora, algo no muy habitual en la época), Dante y Virgilio ven el cielo y las estrellas, en un hermoso plano que resalta sus siluetas y el contorno de una apertura en la roca. Algunas de las imágenes más sugerentes de la película son el encuentro entre Beatriz y Virgilio; la aparición de Virgilio a Dante; la aparición de los diversos guardianes de los círculos; la presencia alada de los amantes Paolo y Francesca para relatar su historia; el apresamiento de los poetas por los diablos alados; el desfile de mutilados, especialmente uno de ellos, decapitado, que levanta su cabeza con una mano; el suelo helado poblado de cabezas, como plantadas en baldosas, donde aparece el conde Ugolino para contar su historia y donde, además, situado al fondo del plano, Lúcifer devora a un infeliz.
lunes, 9 de noviembre de 2009
Amanecer de F. W. Murmau
Descubrí esta película durante una noche en insomnio, la estaban pasando por un canal de cable a las tres de la madrugada, me pareció una obra extraordinaria.
domingo, 23 de noviembre de 2008
sábado, 8 de noviembre de 2008
jueves, 16 de octubre de 2008
miércoles, 15 de octubre de 2008
La madre de Vsevolod Pudovkin (1926)
Ambientada en la revuelta campesina de 1905, cuenta la historia de los trágicos acontecimientos acaecidos en su país a través del sufrimiento de una madre por sus hijos y su marido. Basada libremente en la novela de Maximo Gorki, "La madre" es el primer largometraje de Pudovkin, a la vez que una ilustración práctica de sus teorías fílmicas. Este clásico del cine de todos los tiempos debe mucho, en la orquestación de sus imágenes, a la música.
The Phantom Of The Opera de Rupert Julian (1929)
Adaptación de la conocida obra de Gaston Leroux consiguiendo uno de los mitos de la galería del horror cinematográfico de todos los tiempos. La magnífica interpretación de Lon Chaney curtido en estos papeles tiene su punto culminante en la escena de la máscara.
The Hunchback of Notre Dame de Wallace Worsley (1923)
Mientras baila en una plaza, la gitana Esmeralda es descubierta por Jehan. Obsesionado por su belleza, el hombre ordenará a Quasimodo, el campanero jorobado de Notre-Dame, secuestrarla. Pero cuando Quasimodo es capturado y azotado, Esmeralda será la única persona que le demuestre su bondad.
martes, 14 de octubre de 2008
Foolish Wives (Esposas frívolas) de Erich von Stroheim (1922)
Esposas Frívolas fue una de las cintas más importantes que rodó Erich von Stroheim para la Universal. En ella ahondaba en los temas anunciados en Blind Husbands (1919): la inocencia traicionada, la decadencia de la burguesía, la fascinación por la truculencia, la sensualidad... Para ello el austriaco no escatimó en medios. Llegó a gastar más de un millón de dólares, lo que convirtió a la cinta en la más cara de la historia del cine de aquella época.
Intolerance de D.W. Griffith (1916)
Una visión de la conducta intolerante de la humanidad a través de la Historia y sus siempre, terribles secuelas. Llevando hasta las últimas consecuencias las técnicas del montaje paralelo, se pueden seguir simultáneamente cuatro historias unidas por la figura de una madre meciendo la cuna de su hijo: la de Babilonia, ambientada en el año 539 a. de J.C.; la de Judea, que narraba el martirio y muerte de Jesucristo; la de Francia, ambientada en 1572 y la de la época moderna en 1914.
Nosferatu (1922) de F.W. Murnau
Friedrich Wilhem Murnau nació en Bielefeld. Aficionado desde muy pequeño al teatro por su padre, estudió Filología en Berlín e Historia del Arte y Literatura en Heidelberg. En 1908 se unió a la compañía teatral de Max Reinhardt. Su servicio militar durante la I Guerra Mundial termina en 1917 con su internamiento en Suiza. De regreso a Alemania, su carrera como director de cine comienza en 1919 con Der Knabe in Blau (El muchacho en azul). De su periodo mudo en aquel país se ha perdido prácticamente todo, aunque entre las que se han salvado están Nosferatu, el vampiro (1922), basada en la novela Drácula de Bram Stoker, y tres protagonizadas por el gran actor austriaco Emil Jannings: El último (1924), Tartufo (1926) y Fausto (1926). De 1926 en adelante, Murnau trabajó en Estados Unidos. Allí dirigió Amanecer (1927), por la que recibió un Oscar a la calidad artística de la producción, antes de viajar a Tahití, en 1929, con el documentalista Robert Flaherty con el que hizo su última película, Tabú, estrenada tras su muerte en accidente automovilístico en California.