Películas de Culto, Documentales, Audiolibros y Noticias Literarias
sábado, 26 de mayo de 2012
La última cinta de Krapp de Samuel Beckett por Harold Pinter
jueves, 24 de mayo de 2012
Esperando a Godot de Samuel Beckett por Michael Lindsay-Hogg (2001)
La acción transcurre en el campo, en un camino, al lado de un árbol, durante dos tardes. Aparecen dos vagabundos: Vladimir (también llamado "Didi") y Estragon (también llamado "Gogo") que esperan, en vano, a un tal Godot, al que no conocen de nada y con quien (quizás) tienen alguna cita. El público nunca llega a saber quién es Godot, o qué tipo de asunto han de tratar con él. Durante la aburrida espera, Estragon trata de persuadir a Vladimir de irse lejos o suicidarse, pero al final no hacen nada mas que pasar el tiempo conversando y a veces discutiendo. Entonces aparecen Pozzo y Lucky, que lleva una soga al cuello y es maltratado, continuamente por Pozzo. Lucky no se queja, porque prefiere ser mandado a tener que pensar por él mismo lo que tiene que hacer. Esta situación horroriza a Vladimir y a Estragon. Pozzo, quien afirma ser el dueño de la tierra donde se encuentran, se sienta para darse un festín de pollo, y más tarde tira los huesos a los dos vagabundos. Los entretiene haciendo a Lucky bailar animadamente, y entonces este les da un sermón improvisado sobre las teorías del Obispo Berkeley. Tras la partida de Pozzo y Lucky, un niño llega con un mensaje de Godot, aparentemente: no vendrá hoy, pero vendrá mañana por la tarde. El muchacho también confiesa que Godot pega a su hermano y que él y su hermano duermen en la buhardilla de un granero. Bruscamente oscurece y sale la luna. La primera jornada de espera ha terminado. El segundo acto mantiene una simetría respecto al acto anterior, de espacio, de tiempo, de los momentos en que aparecen los personajes y sus diálogos pero cuando Pozzo y Lucky llegan, Pozzo se ha vuelto inexplicablemente ciego y Lucky se ha quedado mudo. Asi, Pozzo, el maestro autoritario que, en el primer acto, llevaba a su sirviente, Lucky, para venderlo en el mercado, reaparece, en el segundo acto, dependiendo de Lucky. Y Lucky, quien después de haber sido capaz de recitar un sermón medieval en el primer acto, se muestra en el segundo, completamente idiota. Finalmente, el niño vuelve a aparecer afirmando que no es el mismo niño que el día anterior había traído el mensaje, y dice que Godot definitivamente no va a acudir. Entonces, Vladimir y Estragon vuelven a plantearse la posibilidad del suicidio en el árbol (un sauce). Didí y Gogó tratan de ahorcarse, pero renuncian. Cae el telón.
jueves, 7 de julio de 2011
Fin de Partida (Endgame) de Samuel Beckett por Conor McPherson (2000)
En un cuarto despoblado, en un mundo vacío, cuatro seres impedidos representan, en una comedia que no cesa, los ritos cotidianos que nos dan la ilusión de salvarnos. Los cuatro únicos personajes ocupan la escena y dialogan entre si: Hamm el dueño de la casa, un inválido confinado a su sillón, Clov el sirviente, que no puede sentarse y deambula continuamente. Nagg y Nell, los padres de Hamm, encerrados en sendos tachos de basura. Todos viven en un mundo absurdo, regido sin embargo por un lógica peculiar. Un mundo del que quisieran escapar, pero al que finalmente se han resignado. "Uno llora, llora, por nada, por no reir exclama Hamm - y poco a poco... una verdadera tristeza nos invade". El juego y las pequeñas improvisaciones son las únicas armas que estos seres poseen. Y son estos despojos, estos seres más allá del tiempo o en un tiempo sin atributos, los que logran el prodigio de hacernos presentir lo "horriblemente cómico" de nuestro eterno final de partida. Endgame (Final de partida) es la segunda de las obras teatrales de Samuel Beckett y fue escrita en 1957. Endgame es un término utilizado para describir un final en ajedrez donde el resultado ya es conocido. Beckett prefirió el título francés "Fin de Partie" ya que tenía un sentido más amplio que el sólo referido al ajedrez. "Endgame" ha sido criticada como una obra donde nada sucede una vez, en contraposición con "Esperando a Godot", una obra donde nada sucede dos veces. Cuando Beckett envió el manuscrito de "Endgame" a Alan Schneider, escribió una carta diciendo que "Endgame" es "Un poco difícil y elíptica, mayormente dependiendo del poder del texto de atrapar." También destacó que posee menos esperanza que "Esperando a Godot". Como explicó un crítico, "Esperando a Godot" es una obra desesperanzada acerca de la esperanza, "Endgame" es una obra desesperanzada acerca de la desesperanza.
sábado, 15 de septiembre de 2007
Esperando a Godot de Samuel Beckett
La acción transcurre en el campo, en un camino, al lado de un árbol, durante dos tardes. Aparecen dos vagabundos: Vladimir (también llamado "Didi") y Estragon (también llamado "Gogo") que esperan, en vano, a un tal Godot, al que no conocen de nada y con quien (quizás) tienen alguna cita. El público nunca llega a saber quién es Godot, o qué tipo de asunto han de tratar con él. Durante la aburrida espera, Estragon trata de persuadir a Vladimir de irse lejos o suicidarse, pero al final no hacen nada mas que pasar el tiempo conversando y a veces discutiendo. Entonces aparecen Pozzo y Lucky, que lleva una soga al cuello y es maltratado, continuamente por Pozzo. Lucky no se queja, porque prefiere ser mandado a tener que pensar por él mismo lo que tiene que hacer. Esta situación horroriza a Vladimir y a Estragon. Pozzo, quien afirma ser el dueño de la tierra donde se encuentran, se sienta para darse un festín de pollo, y más tarde tira los huesos a los dos vagabundos. Los entretiene haciendo a Lucky bailar animadamente, y entonces este les da un sermón improvisado sobre las teorías del Obispo Berkeley. Tras la partida de Pozzo y Lucky, un niño llega con un mensaje de Godot, aparentemente: no vendrá hoy, pero vendrá mañana por la tarde. El muchacho también confiesa que Godot pega a su hermano y que él y su hermano duermen en la buhardilla de un granero. Bruscamente oscurece y sale la luna. La primera jornada de espera ha terminado. El segundo acto mantiene una simetría respecto al acto anterior, de espacio, de tiempo, de los momentos en que aparecen los personajes y sus diálogos pero cuando Pozzo y Lucky llegan, Pozzo se ha vuelto inexplicablemente ciego y Lucky se ha quedado mudo. Asi, Pozzo, el maestro autoritario que, en el primer acto, llevaba a su sirviente, Lucky, para venderlo en el mercado, reaparece, en el segundo acto, dependiendo de Lucky. Y Lucky, quien después de haber sido capaz de recitar un sermón medieval en el primer acto, se muestra en el segundo, completamente idiota. Finalmente, el niño vuelve a aparecer afirmando que no es el mismo niño que el día anterior había traído el mensaje, y dice que Godot definitivamente no va a acudir. Entonces, Vladimir y Estragon vuelven a plantearse la posibilidad del suicidio en el árbol (un sauce). Didí y Gogó tratan de ahorcarse, pero renuncian. Cae el telón.
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