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lunes, 3 de septiembre de 2007

Rebelde sin causa de Nicholas Ray



Jimmy Stark (James Dean), estudiante de instituto, es un chico particularmente difícil: confuso y desorientado, un joven muy problemático que siempre se mete en líos y se ve frecuentemente envuelto en peleas y conflictos, a consecuencia de los cuales su familia, en la cual es el hijo único, se ve obligada a un permanente peregrinaje de una ciudad a otra para que cambie de ambiente pero esto no servirá de nada. Jim es un tipo duro, enloquecido por un mundo que no comprende, aunque tenga muy cerca a sus padres que están dispuestos a hacer lo que sea por él. Ellos intentan ser comprensivos, sin embargo cuanto más proteccionistas son peor saldrán las cosas. Llegado a una nueva localidad, en la que también encontrará nuevos sentimientos hasta entonces desconocidos: el amor, de Judy (Natalie Wood); y la amistad admirativa de “Platón” Crawford (Sal Mineo), un muchacho, aún más joven que él, no tarda en sostener su enésimo enfrentamiento, aunque, en esta ocasión, las consecuencias serán mucho más terribles. Una noche sus padres tienen que ir a recogerle a la comisaría. La pelicula comienza con el ebrio sobre la acera y es llevado a la comisaria porque se ha entretenido destrozando parquímetros, totalmente borracho. En la comisaria conoce a Judy y a Platon. Cada uno está allí por un motivo distinto: Jim por estar borracho, Judy se ha escapado de su casa y Platón acababa de matar a tiros a unos cachorros. Mientras espera que sus padres lo busquen conversa con un policia, el inspector Ray, que se da cuenta que Jim esta atormentado por la debilidad de su padre al dejarse manejar por su madre. El inspector Ray descubre que los tres mantienen una relación conflictiva con sus familias. Jim y Judy son recogidos por sus padres, pero Platón, hijo de una pareja divorciada, tiene que conformarse con la visita de la criada negra que vive con él. En su primer dia de clase Jim descubre que Judy y Platon van a la misma escuela que el. Judy pertenece a una banda de "chicos malos" que enseguida comenzaron a molestarlo. Su comportamiento no es óbice para que Judy (Natalie Wood), la novia del "jefecillo" de la pandilla del nuevo colegio, se sienta atraído por él. No parece muy a gusto con su novio Buzz porque en cuanto aparece Jim se va con él y no le deja en ningún momento. Platon, otro compañero de la escuela, se hace amigo suyo. Platon se acerca a Jim admirandolo para ofrecerle su amistad. Por lo que se puede intuir es un homosexual que por supuesto en esa época ni se plantearía reconocerlo. Lógicamente la rivalidad entre Jim y el gallito Buzz (Corey Allen), no se hace esperar. Se enfrentan a una pelea de navajas que Jim afronta desarmado pero como la contienda es interrumpida por la aparición de un guarda se desafían para un reto mayor: conducir con sus coches a toda velocidad hasta el precipicio y el primero que se asuste y salte del coche pierde la apuesta. Ambos aguantan hasta casi el final, Jim salta pero Buzz al querer saltar se engancha, cae con su auto y muere precipitandose al vacío. Todos los allí presentes huyen aterrados. Jim le explica al padre lo sucedido esperando una respuesta que el padre no sabe darle, discuten y se va de su hogar. Luego, estará acompañado toda la noche por Judy y Platon. Los tres amigos se encuentran en una casa abandonada. Durante toda esa noche hay tiempo para todo, para disfrutar del amor, de la libertad, de la aventura y del pánico, porque en cualquier momento pueden ser detenidos por la policía. Los amigos de Buzz los buscan y al entrar a la casa se enfrentan con Platon, este asustado dispara. La policia que entra tambien se enfrenta con Platon. Jim y Judy tratan de calmarlo, la policia pide que salga con las manos en alto, Jim le saca las balas al rebolver de Platon. Al salir la policia le dispara y lo mata. "Rebelde sin causa”, dirigida en 1955 por Nicholas Ray, es una magnífica película centrada en la soledad del adolescente incomprendido y aislado de la sociedad debido a su desarrollo en un ambiente propicio al trauma emocional, por la absorción de complejos y miedos ajenos, los cuales se intentan expulsar mediante el empleo de la violencia y el abandono. Estados Unidos, a mediados de los 50, es un país que empieza a recuperar el aliento, tras el esfuerzo de la Gran Guerra, y está erigiéndose en potencia hegemónica. El "american way of life” es exportado junto a las generosas remesas económicas del plan Marshall, con todas sus notas características de modelo de orden, aseado y confortable, al menos en su superficie. Porque al fondo, muy al fondo (los convulsos 60 aún están por llegar), algo se mueve. Con este telón de fondo, la sociedad adulta americana no podía entender como los jóvenes de su país podían abandonarse a la delincuencia, más aún cuando estos pertenecían a clases burguesas acomodadas que, en principio, no deberían tener ningún gran problema, una causa que justificara su rebeldía. Nicholas Ray –un hombre al que Hollywood terminó negando el pan y la sal, confinándolo en producciones marginales y abocándolo a un final tan trágico como patético– urde la historia con solvencia y seguridad. Aunque es una buena historia y en su día tuvo una repercusión social importante, no sería lo mismo sin la presencia de James Dean, que en ese instante era un actor más, joven, que acababa de empezar su carrera, pero que su temprana muerte le ha convertido en un mito viviente ya no sólo del cine, sino también de una forma de entender la vida, siempre rebelde. James Dean sólo pudo hacer tres películas: "Corey Allen" de Elia Kazan, "Rebelde sin causa" y "Gigante" de George Stevens que no pudo ni terminar. El 30 de septiembre de 1955 se mataría con su Porsche bautizado como el "pequeño bastardo" en un accidente. Era muy aficionado a las carreras y a las grandes velocidades así que la mala suerte se cebó con él. Curiosamente el diario "New York Times" sólo dedicó cuatro líneas a esta noticia.

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